Plabra Wood: Donde viven los nombres.

¡Hola chicos! Para concluir esta fantástica semana en lengua, por fin, nos hemos aventurado en el lugar donde viven las palabras.

Aquí os dejo el cuento que os he contado en clase.

Hace unos 5.000 años (3.000 a.C.), más o menos cuando el ser humano comenzaba a escribir, en una dimensión paralela, unas viejas palabras empezaron a construit su mansión en la ahora celebrísima y popular «PalabraWood», o también conocido como: El país de las palabras.

Estas primeras palabras fundadoras, se denominaron así mismas: nombres (sustantivos); precisamente, porque nombraban a todas las cosas, personas, animales y emociones. Vamos a conocer a algunas de ellas:

sol, lluvia, viento, nieve, granizo, temporal, Filomena, aguacero, llovizna, coatí, sapo, trueno, relñampago, tormenta, árbol, cueva, jauría, tierra, agua, piedra, hueso, manada, rebaño, miedo…

Estas palabras vagaban de un lado para otro, pero no tenían un lugar fijo donde vivir. Fue entonces cuando descubrieron un hermoso valle por el que circulaba un río, y decidieron construir una casa. La casa de los nombres. Era una hermosa mansión de varios pisos, la mayoría de ellos aún vacíos y deshabitados. Y allí vivían los nombres comunes de las cosas:

jabalí, agua, casa, cama, cuenco, luz…

Un buen día, aparecieron unos nombres que eran algo distintos a los demás. La primera letra de aquellas palabras era alta y majestuosa. Se trataba de los nombres propios, aquellos que se escriben con mayúscula inicial:

Cleopatra, Atenas, Roma, César…

Saludaron a sus primos los nombres, y decidieron que ellos también querían vivir en aquella hermosa mansión a orillas de un río. Pero… su primera letra era tan alta que no cabían por la puerta. Entonces, al nombre «arquitecto» se le ocurrió construir otra puerta a la derecha… por la que solo podían entrar los nombres con mayúscula inicial.

La noticia de que existía una hermosa casa para los nombres corrió como la pólvora, y pronto nuevas palabras llegaron a PalabraWood, deseosas de ocupar su lugar en la ilustre morada. Llegaron y llegaron palabras, hasta tal punto que empezaron a estar un poco apretadas.

Había algunos nombres que no podían verse ni tocarse. Se llamaban abstractos y representaban aquello que no se podía percibir por los sentidos:

amor, ira, alegría, paz, sinceridad, diversión, sabiduría…

Estos nombres estaban constamente siendo pisados por los nombres concretos, pues no los podían ver, así que decidieron marcharse a otra habitación en sus ratos libres, donde solo podían entrar ellos. El resto de nombres que podían verse y tocarse, decidieron irse a la habitación de los nombres concretos, donde había cosas que sí se podían ver y tocar.

A pesar de que los nombres comunes estaban muy felices en su nueva habitación de nombres concretos, esta seguía estando un poco abarrotada. Por eso decidieron abrir el desván, donde se construyeron otras dos habitaciones.

A una de ellas, la más grande, se fueron todos los nombres colectivos. Eran nombres que se referían a muchas cosas, por lo que ocupaban demasiado espacio:

bandada, grupo, jauría, rebaño, banco, colmenar, arbolada, ejército…

El resto de nombres, que seguían siendo muchos, se fueron a la habitación más pequeña, donde solo cabían los nombres individuales.

Y así los nombres estaban muy felices en aquella casa, vivían en armonía, cada uno en su habitación. Sin embargo, un buen día, una nueva palabra llegó a PalabraWood revolucionándolo todo… Pero esa es otra historia…

Espero que os haya gustado esta primera historia sobre PalabraWood.

También os dejo este vídeo, en donde se explica qué son los nombres, para qué sirven, y cómo podemos clasificarlos.

A continuación tenéis una serie de  juegos muy entretenidos para practicar jugando con los nombres. Espero que os sirva y que os divertáis. ¡Hasta mañana!

Clases de nombres
Clases de sustantivo, género y número
Nombres comunes y propios
Nombres individuales y colectivos
Clases de sustantivos
El nombre. Clases
Definción de nombres

38 comments

  1. Hola Milena, acabo de leerme el cuento era la tarea de hoy y otras cosas ¿no? por cierto, muy bien desarollado es una historia muy chula Milena.
    Un beso, Lucia.

  2. Hola ,Milena me ha gustado mucho el video pero mi padre dice que no se puede jugar a los juegos con eso de flash player y los otros están desconectados….

  3. Hola Milena he visto el video y el cuento y me he dado cuenta de que ¡Hay dos fallos de ortografía¡ son construir y relámpago. En vez de poner construir has puesto construit y en vez de poner relámpago has puesto relñampago ha y una cosita no he podido jugar ha los juegos porque no me deja.

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